domingo, 22 de enero de 2012

Asociación versus Grupo en Facebook

Hace dos años que soy socio y tesorero de una asociación de antiguos alumnos. La finalidad principal de la asociación es mantener y estrechar lazos de unión y amistad entre aquellos que hemos estudiado y sufrido las vicisitudes propias de la vida escolar. Básicamente nos reunimos una vez al año para celebrar la asamblea anual y comer juntos; y poco más que no viene al caso citar.

Durante este tiempo he podido apreciar los costes que supone en España crear y mantener una asociación por humilde que sea. Mi propuesta en este artículo es disuadir a cualquiera que pretenda crear una asociación y soslayar la pesada y desmesurada carga que supone la regulación del Estado. En su lugar, yo les propongo que creen un grupo en Facebook u otra alternativa similar (MeetUp Group) aprovechando las enormes ventajas que proporciona Internet. Dicho de forma metafórica: Internet es el futuro y el Estado es el "Parque Jurásico". Tomen buena nota de mi consejo:

1º. Los costes y quebraderos de cabeza que supone tener una asociación proceden -como bien saben las empresas en España- del perverso concepto de "regulación". El Estado, a nivel central y autonómico, en este caso; te dice qué, cómo, cuándo y dónde tienes que hacer las cosas. Una asociación necesita estatutos, registros, órganos de gobierno, asambleas, libros, actas, cuentas, bancos, habilitaciones, y un largo etcétera de trámites absurdos pero necesarios para joder al prójimo y mantener -de paso- a un ejército de burócratas. Y todo lo anterior es necesario para que usted se pueda reunir con sus vecinos o amigos de vez en cuando. Y ahí no queda la cosa, la asociación, por ejemplo, necesita tener un registro de sus socios y cumplir la Ley de Protección de Datos. En resumen, el coste de la regulación incluye trabajo, tiempo, dinero y responsabilidades innecesarias. 

2º. Si lo que usted quiere es relacionarse, compartir cosas o reunirse de vez en cuando con sus vecinos, amigos o personas afines; no se complique la vida y soslaye el lastre que supone el Estado: Organice un "Grupo de amigos" en Internet y dedíquese a disfrutar y no a trabajar. Hace tan sólo 15 días creamos un grupo de antiguos alumnos en Facebook y hemos podido localizar a antiguos compañeros, compartir fotos y comentar recuerdos entrañables; y todo eso a un coste despreciable.

Para finalizar, no quiero ejercer de "pitoniso" pero intuyo -y deseo- que Internet y las nuevas tecnologías se erijan como una nueva institución que vaya reemplazando las funciones de este caduco, oneroso y rancio Estado de las autonomías: una burocracia rampante que asfixia al ciudadano en una tupida y estúpida maraña legal.