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sábado, 16 de abril de 2011

Fin de la cuota cameral

Ayer pagué la última cuota a la Cámara de Comercio, año 2009. Gracias a la crisis y a la menor facturación de mi empresa, esta vez el saqueo ha sido algo menor: unos 58€. Alguien podría pensar que es poco dinero, pero siempre es demasiado cuando no se recibe nada a cambio.

El Gobierno ha decidido suprimir, a partir de 2011, esta exacción a todas luces injusta. El diccionario de la Lengua Española define exacción como: «cobro injusto y violento». De ahí su denominación coloquial: «impuesto revolucionario», debido seguramente a su naturaleza coercitiva y arbitraria. Los sistemas políticos colectivistas, como el español, legislan quitando el dinero a quien lo produce para regalárselo a otro que no lo ha ganado. Todo basado en el ideal sofista del «estado social».

La decisión se ha tomado dentro de un paquete de medidas liberalizadoras para fomentar la inversión y la creación de empleo. Se lo agradecemos al Gobierno al igual que la víctima agradece al terrorista el cese de la extorsión. En buena ley, lo único que ha hecho el Gobierno es suprimir una disposición injusta y abusiva. Los gobernantes deberían obrar siempre justamente y no sólo impelidos por las circunstancias, la sedición o el levantamiento del pueblo.

Todo impuesto es un pago exigido por una autoridad para cubrir los gastos de la comunidad, cuando aquellos no son susceptibles de imputarse individualmente. Por eso, entre todos pagamos el alumbrado público pero cada uno se paga la luz de su casa. La cuota cameral era una exacción injusta porque los servicios de las Cámaras de Comercio sí podían ser imputados a sus beneficiarios, de manera individual.

A partir de ahora, las Cámaras seguirán con su legítima misión pero tendrán que hacer lo que hace todo hijo de vecino: Ponerse a vender. Los sueldos de sus empleados y los gastos de sus magníficas instalaciones deberán sustentarse a partir de ingresos económicos basados en el comercio justo, que no es vender artículos exóticos o étnicos en tiendas de una ONG; sino el intercambio libre y consentido de bienes y servicios entre dos partes, sin que medie la coacción o la fuerza.

Es relevante que los gobernantes tengan muy en cuenta lo anterior para que la justicia prevalezca. Todavía quedan muchas medidas injustas, como la obligatoriedad de que las empresas con más de 50 empleados, deban tener en su plantilla el 2% de discapacitados. Por la misma regla, todas las familias con ingresos mensuales superiores a los 8.000€ (por dar una cifra) deberían contratar -también por cojones- a una empleada doméstica discapacitada. ¿Por qué nos parece apropiado para la empresa lo que para nosotros sería inadmisible?

Mientras el altruísmo de la nación (amparado en el art. 49 de la Constitución Española) y el colectivismo sean impuestos a la fuerza sobre los sufridos hombros de la empresa, por pura lógica de las cosas, escasearán las personas que estén dispuestas a ser empresarios; el fraude fiscal será moralmente admisible y la economía sumergida, la única opción de supervivencia de muchos autónomos y PYMES.

martes, 22 de febrero de 2011

Técnicas de Venta

Hace justo una semana me robaron el scooter en el garaje de mi edificio; dentro de su maletero estaban los 10 cuadernos para mis alumnos del curso de "Función comercial", que iniciaba esa misma mañana en una empresa de informática. Cuando salí del aula me dirigí a poner la denuncia en una comisaría de policía de Santa Cruz de Tenerife, donde tuve que aporrear la puerta dos veces para "animar" a que los funcionarios (polícias) se dignaran tomarme declaración. Corroboré mi idea de que la Administración no sólo quiebra las empresas sino que es experta en cabrear a los ciudadanos. Durante los 45´ que duró la espera, llamé a mi amigo Emilio, que lleva toda una vida en la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (menos mal que no es civil como su nombre erróneamente indica, sino militar) y me dijo que la susodicha seguramente ya estaría siendo despiezada para canibalización (las motos comen otras motos); lo cual no me pilló de sorpresa. 

He decido comprarme otra moto similar y he iniciado el laborioso proceso de búsqueda, análisis y comparación de candidatas a ser encadenadas, a partir de ahora, cada noche en una fría columna del garaje. Entre ayer y hoy he visitado 4 concesionarios de la ciudad, he probado 3 motos distintas y los vendedores han sido todos amables; lo que me ha extrañado es que todavía no me hayan preguntado cuáles eran mis necesidades o preferencias como motorista, no me hayan hecho ninguna oferta ni pedido una decisión de compra; ni siquiera mi teléfono para hacer un seguimiento comercial. Conclusión: la amabilidad es condición necesaria pero no suficiente para vender; son necesarias las técnicas de venta. Saludos.

martes, 25 de enero de 2011

La "Barra libre" de los sindicatos

Mi amigo José Manuel me ha enviado esta gráfica. Se trata de la barra libre de los sindicatos.


Este es el peligro del ya citado "colectivismo". Que no nos pase nada...